El
chullachaqui (del quechua chulla = al revés, chaqui = pie)[]
o Shapishico es una de las leyendas más populares de la Selva peruana,
refiere a un personaje que adopta la forma o figura de una persona conocida del
pueblo para engañar a sus víctimas y hacerlos perder en la espesura de su
vegetación.
Lo
llaman Chullachaqui y es considerado el duende o guardián del bosque; infunde
respeto y temor a propios y extraños. Generalmente se presenta a quienes
caminan solitariamente por las trochas. Según la tradición popular, algunas
veces se presenta de manera amistosa y otorgando regalos de la Selva, siempre y
cuando éste no diga el origen de su buena suerte; otras veces se presenta
agresivo. Algunos le atribuyen un espíritu infantil, porque secuestra niños
para jugar con ellos, sin hacerles daño; otros en cambio dicen que los rapta,
los destroza y se los come. Los que han tenido una experiencia personal con el
Chullachaqui, dicen que se les presentó cuando realizaban alguna labor propia
del lugar, en una figura familiar que les hace señas para seguirlo; después de
un buen tiempo se dan con la sorpresa de que ha desaparecido y los ha llevado a
un lugar enmarañado del bosque. Quienes dicen haberlo visto, sostienen que usa
un gran sombrero de paja que oculta un rostro arrugado, en la que destaca una
prominente nariz, orejas puntiagudas y ojos rojos. Apenas si traspasa el metro
de estatura y viste harapos muy sucios. Otros dicen que camina encorvado y con
los pies ladeados. Pero quizá, su característica principal recaiga sobre sus
pies: uno es de un humano y el otro de un animal (venado, sajino, tortuga,
gallo, etc): tal como se dejan impresos en el barro por donde circula. De allí su nombre Chullachaqui ampliamente
conocido en Madre de Dios, la parte selvática de Cuzco, Tingo María, Loreto,
San Martín y Ucayali. Además en Huánuco, en donde se le conoce por tsulla
chaki
HISTORIA
REAL.
Cierta vez en el caserío de
Nueva Esperanza, perteneciente al Distrito de Balsapuerto, Loreto, vivía una familia,
encabezando la familia Manuel, cierto día Manuel se fue a la montaña en lo profundo
de la selva en compañía de Grimaldo, su hijo, a cazar animales, salieron en la
mañana y al llegar la tarde llegaron a sus campamento, se pusieron a descansar
después de un día muy agotador de camino, (---) al llegar la noche después de
cenar Manuel y Grimaldo su menor hijo de siete años salieron de casería,
regresando al promediar la media noche trayendo consigo unos cuantos animales que
habían cazado. Al día siguiente tenían que regresar, fue así que al amanecer empezaron a regresar al pueblo,
---dice Manuel; eran más o menos tres de la tarde cuando estábamos ya regresando,
en el camino encontramos un palo grueso que había caído (árbol caído),
que cruzaba el camino bueno como venía concentrado en busca de más animales no
me había dado cuenta si Grimanldo me seguía muy de cerca, así que cruce el palo
y seguí caminando, como a diez minutos reaccione y he volteado a mirar hacia
atrás para ver si mi hijo me seguía, y me di cuenta que no me seguía, entonces
me puse a esperarle como descansar sentado en tronco de un árbol que había por
ahí cerca, espere como media hora y en vista que no llegaba entonces regrese a
buscarle, llegue hasta el árbol caído donde fue la última vez que le había
visto y no le encontré, en esos momentos muchas cosas, ideas me puse a pensar,
pensé que se había perdido o que le tigre le haya comido; empecé a llamarle
desesperadamente sin tener éxito.---resignado de no poder encontrarla y como ya
se acercaba la noche tuve que continuar mi camino con dirección al pueblo; al
llegar al pueblo puse de conocimiento a mi esposa María y a mis demás vecinos y
a esa misma hora, formamos una comisión de búsqueda conformado por mis vecinos
y moradores del pueblo; y nos dirigimos hasta donde por última vez le había
visto; fue asi que al llegar todos empezamos a llamarle por su nombre, a
golpear aletas de las ochavajas (árbol de gran tamaño que crece en la
selva), hacíamos disparos, quemábamos comején (caserón u hormiguero
de termita) por fin de que mi hijo escuche o pueda ver el humo que
hacíamos de los shuntos (fogata con rama ceca caída de los árboles en la montaña
que produce abundante humo) pero no pudimos encontrarle, estuvimos
buscándole toda la noche, quizás en esos de las dos de la tarde del día
siguiente como seguíamos buscándole por fin pudimos encontrarle más o menos a
cuatro kilómetros del lugar donde se había perdido,--- la alegría me embriago
al encontrar a mi hijo sano y con vida.----Esto lo que Grimaldo dijo al ser
interrogado por su padre y familiares: --“Yo venía siguiéndole a mi papá por
atrás, cuando en eso llegamos al palo grande que tapaba el camino, y como venía
yo también con carga casi no pude pasar, entonces después de un buen rato de
varios intentos por fin logre Pasar y cuando lo logré encontré a mi papá parado
delante del palo, quien me dijo: Ya hijo, tanto de has demorado, al cual yo
respondí que estaba un poco difícil, entonces nuevamente me hablo diciéndome; adelántate
y aparate, tenemos que ir corriendo, corriendo porque ya se hace tarde, y como era mi papá entonces le
hice caso, seguí en camino tal como me dijo mi papá, empecé caminar rápido y en
algunos lugares corriendo, yo escuchaba que mi papá me seguía y como me había
llamado la atención, estaba un poco de
miedo y no quería voltear a mirarlo, sin embargo cada vez que se hacía
más tarde el camino cada vez se hacía más angosto y poco transitable hasta que
llego en lugar que ya el camino no continuaba, y al volver la vista atrás me di
cuenta que estaba solo en medio del monte, no había camino me encontraba en un
sogal, entonces me puse a llamarle a mi papá y como no me contestaba, me puse a
llorar e intente regresar supuestamente por donde había ido, camine quizás
hasta media noche, luego me senté en la aleta de una ochavaja donde dormí y
pase la noche, y cuando amaneció nuevamente empecé a caminar hasta donde me
encontraron.---Posterior al encuentro de Grimaldo; Manuel y los otros
regresaron al pueblo y hoy en la actualidad Grimaldo ya es adulto, tiene su
familia y vive en el mismo distrito.
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