Franklin PUA RIOS - Estrella de la Mañana

jueves, 25 de agosto de 2016

CUENTO -- ISHPICO Y LOS AUCAS

ISHPICO Y LOS AUCAS

Eran las seis de la mañana cuando el sol radiante empezaba a salir anunciando que sería un hermoso día--- los pobladores de maranatha un hermoso y encantador pueblo ubicado en la selva peruana, donde las personas Vivian en armonía sin rencor  o problema alguno, de disponían a celebrar sus fiesta patronal, evento en el que el pueblo entero celebraba con tanta algarabía disfrutando de sus bebidas regionales como el masato, la chicha el bentisho entre otras; y como era de costumbre que en festividades como éstas, faltando tres semanas para la fecha de la celebración, los hombres se internaban en la espesura de la selva con la finalidad de cazar a los animales para comer durante la celebración de la fiesta, mientras que las mujeres se quedaban en el pueblo preparando las bebidas con ayuda de los niños.---es así  que los hombres cogieron sus lanzas, sus arcos y sus cerbatanas y se internaron en la espesa selva; al finalizar la tercera semana, los hombres empezaron a regresar al pueblo trayendo consigo mucha carne para la festividad, sin embargo antes de que llegaran, el pueblo de mujeres fue invadido por un grupo de hombres guerreros guerrero de otra cultura, un grupo de hombres que carecía de compasión, grupo errante que se dedicaba a atacar a las demás aldeas con la finalidad de comérselas a las personas, a este grupo se le conoce como los Aucas, y fueron estés que llegaron al pueblo y empezó la matanza y la cacería por aparte de ellos, fue así que mataron a todo los niños, niñas y las mujeres que se habían quedado haciendo los preparativos, posteriormente los embarcaron en sus canoa y continuaron sus viajes rio abajo del paranapura,  mientras los aucas bajaban, los moradores de Maranatha surcaban el mismo río es así que a media hora de llegar se encontraron las dos tribus y empezó la batalla, como los aucas eran una cultura o grupo guerrero y mayor en número de personas empezó a vencerlos, y uno de ellos viendo la masacre y la derrota no tuvo más opción que tirarse al rio, bucear hasta una palizada que quedaba cerca y hacerse el muerto; ---- después de la matanza, los aucas recogieron algunos cuerpos de su víctimas y continuaron su viaje.
Ishpico fue el hombre que salvo de la matanza, y una vez que sus enemigo se alejaron, salió del río y continuó caminado de regreso a su pueblo, grande fue sus sorpresa que al llegar a su comunidad se encontró con el desastre que hicieron los aucas con las mujeres y niños,-- en ése momento, Ishpico no supo que hacer, se puso a llorar desconsoladamente por haber perdido a su familia y amigos, ya que no tenía a nadie más con vida, y así llorando empezó su camino sin rumbo alguno, al caer la tarde como estaba tan cansado de tanto caminar, se recostó sobre las aletas de una ochabaja  que encontró en su camino; durmió pensando en el terrorífico caos que le toco vivir en ese día.---durante la che tuvo un sueño en donde se apareció un hombre, quien se identificó como la madre de la naturaleza, quien le preguntó le dijo: hijo, se lo que te paso hoy, te conocí desde que eras niño, vi lo feliz que vivías y creo que no es dable por mi parte verte sufrir y llorar ahora, te voy  a ayudar; ves el árbol que esta allá?, es un árbol de huimba (albo de gran tamaño que produce algodón fino), cuando amanece quiero que te dirijas allá, al pie de ese árbol  encontraras un hechizo en forma de colorete (lápiz labial), solo te tienes que pintar la cara y mirar hacia tus enemigo y veras los resultado, caerán como hojas cecas de un árbol. ---cuando terminó de decirlo estas palabras, Ishpico se despertó muy asustado por lo que había soñado, desde ese momento no pudo dormir esperando que amaneciera y poder comprobar si lo que había soñado era verdad, al llegar el alba, Ishpico pudo apreciar a lo lejos el árbol que el hombre le había mostrado en su sueños --- se levantó y se dirigió hacia el árbol y efectivamente al llegar al árbol entre la ojarascas encontró un colorete tal como le había indicado el hombre en su sueño, hasta ese momento dudaba de la eficacia que podría tener frente a sus enemigos  entonces se pintó la cara e hizo la prueba con unos lores quienes a la salida del radiante sol cantaban muy contentos en las ramas de árbol cercano, cuando el hombre con la cara pintada las miró en ese momento los indefensos loritos empezaron a caer como si les hubieran pegado un tiro, al ver este el hombre puso constatar la eficacia que tenía el hechizo.--- así que decidió ir en busca de sus enemigos quienes acabaron con sus familiares y amigos.--- caminó dos días enteros, hasta que una mañana a las seis y media aproximadamente, en una inmensa playa a orillas del rio encontró a todos los de la tribu de las aucas, quienes estaban comiendo a las personas que días antes habían matado, es así, que antes de salir a afrentar a su enemigo se puso a observar todo los movientes de sus adversarios; ---el jefe de la tribu estaba comiendo una cabeza de una persona muerta y ahumada cuando de repente, la cabeza giró le  mordió en la cara al auca, en ese momento grito: ¡atención, atención, este es una seña, el enemigo se acerca, el enemigo se acerca!, (jejejeje de echo en su idioma que no me la sé), en ese momento todo los integrantes de la tribu cogieron sus lanzas, arcos y  otras armas con las que guerreaban; al ver esto, Ishpico le pinto la cara y con un rugido como de león salto a la playa y se fue acercándose hacia donde estaban acampando los aucas, y como era de esperar, cuando los guerreros vieron al hombre sucedió tal y como le hombre de los sueños le dijo, empezaron a caer muertas sobre la arena---Ishpico, posterior a la matanza y venganza que hizo en honor a su familiares y amigo, cogió una de las canoas más pequeñas de sus enemigo y se marchó rumbo rio abajo, desde ese acto nuca más se supo de Ishpico, seguramente hasta ahora seguirá navegando.


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