ESMERALDA




ESMERALDA - .

Una mañana de un frío invierno, llegué muy contento y entusiasmado a la cabaña de mi tío Manuel. Al ingresar, pude ver a una hermosa mujer, con los ojos radiantes, una cabellera enorme, unos labios carnosos y muchas cosas indescriptibles que se resumen en una sola palabra: “Belleza”, que estaba sentada cerca del fuego que ardía sin cesar, brindando su calentura a los que se acercaban. Al ingresar, nos cruzamos miradas, no dije nada y saludé a los que estaban en casa. Horas más tarde, la belleza de esa mujer iba cautivándome más y no me resistí en preguntar a mis compañeros quién era la doncella que adornaba la casa con su presencia.

Michael, ¿quién es la mujer que está sentada frente al fuego? ---Se llama Esmeralda, amigo, vino a visitar a tu tío, se quedará por tres meses, vino a capacitarse sobre cómo hacer los ricos y deliciosos vinos que hace tu tío. Respondió Michael.

--- Ah, qué bueno, respondí.

Y así los días fueron pasando, solo podía verla en horas de la mañana en la cabaña porque en las tardes estaba en el laboratorio recibiendo las enseñanzas de Manuel Jesús, mi tío.

Días y más días pasaban y mi interés por conocerla más y más se hacía irresistible, así que una mañana me acerqué y empecé a entablar conversación con ella. Al final de la jornada, no podía creer que después de tanto tiempo, recién había podido dirigirme de manera directa a algunas palabras. Para mí era el inicio, como dice el dicho: "el primer paso que das hacia tu objetivo no te lleva hasta la meta, pero te saca de donde estás"; por algo se inicia, jajajaja, no dejaba de pensar en ella, llegaba a mi casa y solo esperaba el nuevo amanecer para poder verla nuevamente.

Pasaron los tres meses que tenía que recibir la capacitación y se disponía a regresar a su viñero de donde había venido. Las cosas empezaron a cambiar porque era una de las mejores aprendices de mi tío y no estaba dispuesto a perder a una joven dama que tan rápido había aprendido y cada trabajo encargado por él lo hacía con ese amor y entusiasmo de una aprendiz que quería mejorar cada vez más sus conocimientos. Así que hizo un trato con el jefe del viñero de su procedencia de Esmeralda, pero era un trato que duraría mucho tiempo en concretarse debido a que Esmeralda no solo era una bella doncella, sino una mujer muy emprendedora. Amaba lo que hacía, cualidades que el patrón del viñero de procedencia no estaba dispuesto a dejarla ir sin antes hacer una buena oferta, pero justamente eso le hacía más largo el trámite de la oferta.

Esmeralda estaba dispuesta a quedarse en la viña de mi tío, se había encariñado con la gente que trabajaba con ella, así que decidió quedarse a trabajar con mi tío. Fue mi oportunidad para emplear el don que Dios me dio: ---persona que pudiera mirar tan solo siete segundos a mis ojos, persona que podría saber sus debilidades sentimentales y si las conocía, podía hacer muchas cosas con la mente de esa persona, porque el poder mental tiene una fuerza irresistible e incomparable. Así que empecé a trabajar en ella, hasta lograr mis siete segundos de oportunidad de hacer que Esmeralda mirara fijamente a mis ojos.

Y una hermosa tarde, después de haber degustado un rico almuerzo, llegó mi oportunidad, esperando mucho tiempo.

Hola Esmeralda, ¿cómo estás? ---Hola amigo, yo bien, ¿y tú? ---Yo también tranquilo, qué bueno. ---Ahora que tengo la oportunidad de conversar contigo, he notado que todo este tiempo me estabas observando, con una mirada de pervertido. ---Jajajaja, ¿cómo crees Esmeralda, sientes que te miro así? ---Sí, por eso te lo digo. ---No creo, así es mi forma de mirar, no entiendo por qué dices que te miro diferente, ¿quieres mirarme a los ojos y decirme que te miro diferente? ---Sí. ---Ése fue el momento que esperaba.

Nos cruzamos miradas más del tiempo necesario, y “Bingo”, por fin había dado mi primer paso; al sentirse vencida por mi mirada y no resistir mirarme más fijamente, bajando la mirada dijo: Tienes una mirada muy fuerte, nunca antes me habían ganado en aguantar quién puede mirar más tiempo sin pestañar. ---¿Así? Y yo jamás he perdido una mirada así. —Ahí comenzó la historia.

Mis compañeros de trabajo empezaron a sentir celos de mí con ella, ya que todos los días que llegábamos a la cabaña siempre se sentaba muy cerca de mí, hasta mi tío me lo había preguntado si tenía algo con ella, porque había días que dejaba de trabajar para ir y pasar el tiempo conversando con Esmeralda.

Llegó mi oportunidad, nuestra amistad empezó a marchar cada día con más fuerza, y yo tenía que enfrentarme a muchos obstáculos que empezaron a surgir a raíz de esa cercana amistad, porque todos los trabajadores de la cabaña de mi tío querían estar con ella, pero no lo pudieron lograr.

Así pasaron los días, los meses, hasta que decidí ejecutar el plan maestro, hacer que nazca lo que había sembrado en ella a través de mi mirada, así que la invité a pasear por el campo.

Esmeralda, ¿podemos ir a caminar por el campo? Tengo que arreglar unas cosas personales más tarde y deseo que mi mente esté en perfecto estado de tranquilidad para cuando llegue el momento y no existe otra persona que pueda acompañarme y relajar mi mente. ---(Esmeralda sonriendo dijo:) No hay problema, avisaré a tu tío para salir, no creo que se oponga cuando le diga que voy a ir con usted, su sobrino. (***)

Empezamos el recorrido por el campo hasta que inició nuestro romance que duraría muy poco tiempo, hasta que el jefe del viñero de donde vino no aceptó la oferta hecha por mi tío y tendría que regresar. Antes de que se retire de la cabaña de mi tío, le conté la verdad de cómo había hecho para poder lograr acercarme a ella y poder robarle sus besos, pero fue un error, al menos eso creo yo. Ahora te dejo a tu libre opinión, porque no fue una separación tan amigable como digamos; se molestó mucho, y una de las frases que más recuerdo de lo que dijo es: “me apartaré de las personas como tú, eres un manipulador”. Si bien es cierto que la intención no era esa, de que ella se sintiera mal, sino que solo eran palabras que en realidad se las había inventado sobre el don que tenía. 

Y así terminó una amistad que no pude aceptar en aquel momento, pero la historia no acaba ahí, pronto tendrá una segunda parte y seguro será parecida a la que acabas de leer, porque así está escrito y tiene que suceder, pero por mientras sigo con el recuerdo de buenos y malos momentos que pasé con ella. La extraño sí, no sé si ella a mí. (***)...

 

                                                                 Franklin PUA

 


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