RECONOCIENDO A UNA VERDADERA AMISTAD

RECONOCIENDO UNA VERDADERA AMISTAD

Dice una linda leyenda que dos amigos caminaban por la playa y en un determinado punto del viaje discutieron y uno de ellos agredió con una bofetada al otro

El amigo, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.

El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.

Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:

¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:

Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.

Una vez alguien me dijo: «amores vas a encontrar muchos, pero verdaderos amigos, muy pocos» y qué razón tenía. A lo largo de nuestras vidas y en cada etapa llegamos a conocer a miles de personas que nos ayudan a crecer en lo laboral, lo espiritual y en nuestro crecimiento como individuos; pero muy pocos se quedan para ser parte de nuestro presente.

Hay amistades con las que puedes compartir una buena charla, una comida, una afición, una reunión quizá, pero no con todos puedes contar cuando tienes un problema, como no todos tienen la virtud de escucharte verdaderamente, o de decirte lo que realmente piensan. Cuando hablamos de amistad, por lo regular buscamos a personas que son parecidas a nosotros, seres que comparten cualidades y defectos, formas de pensar, aspiraciones, situaciones personales, etc. Lo curioso es que, incluso así, no siempre escogemos lo mejor para nosotros. Por ello, te sugiero cualidades a buscar en las personas para considerarlas amigos de verdad.

1. Verdaderos escuchas

Oír y escuchar nunca será lo mismo. Cuando se oye solo se percibe los sonidos, en cambio cuando se escucha, se pone atención a las palabras y hasta los movimientos. Cuando la persona escucha, analiza la información para poder darte su opinión cuando se la pidas.

2. Compañero

A muchas personas se les considera un amigo por el hecho de estar juntos en reuniones o fiestas; pero cuando se trata de otras situaciones, se alejan, es decir, solo en las alegrías se hacen presentes. Esto es erróneo, uno debe ser partícipe sí de sus momentos felices pero también de sus tristezas y preocupaciones.

3. Sinceridad

Esta es una de las cualidades más difíciles de encontrar, porque a las personas se les dificulta mucho decir lo que realmente piensan y en lugar de buscar una forma «sutil» de decirlo, se prefieren mentir, y como dice la frase: «es mejor herir con la verdad, que destruir con una mentira»

4. Solidaridad

Ni el egoísmo, ni la envidia caben en una amistad. Hay personas que se dicen «camaradas», pero cuando tienen la oportunidad de ayudarte no lo hacen, su egoísmo lo anteponen ante todo. No quieren que tú crezcas o estés en una situación mejor. El verdadero amigo es una roca que nos sirve de apoyo y de ancla.

5. Respeto

Ninguna persona puede ser igual que uno, sencillamente porque se nace, se crece y desarrolla de manera diferente. Pero en muchas ocasiones, se tiene la falsa idea que los amigos deben actuar como se les dice o debe pensar igual. Una cosa es dar un consejo y otro muy diferente es que tenga que hacer o pensar lo que uno dice, se debe respetar la decisión que se quiera tomar.

6. Confianza

Cualidad poco común, pero no imposible de encontrar. Y no solo me refiero a una confidencia en particular, sino al hecho de confiarle a otra persona PARTE DE SU VIDA.

7. Ver en el fondo

Las buenas amistades son los que son capaces de sacar lo mejor de ti. De tus debilidades sacará tus fortalezas y por más torpe o débil que te sientas, siempre habrá cosas que solo un amigo de verdad, es capaz de ver y fomentar.

Hay un momento en que nuestros hijos desean ser una copia fiel de papá y mamá. Pero en la adolescencia casi siempre la voz de los amigos tendrá mucho, mucho más peso que la opinión de los padres. Por ello te invito a que enseñes a tus hijos a escoger buenas amistades. En buena medida, de ello dependerá su futuro.

                                                                                    Franklin PUA & Erika GAYTAN