POEMA - SIEMPRE SERAS MI REINA

SIEMPRE SERAS MI REINA

 
Decía mi madre cuando era niño,
Ahora me extrañas cuando no estoy
lloras por mí me das cariño
y me acompañas por donde voy.

Pero mañana cuando seas hombre
por una mujer  te alejaras,
dejando todo te iras con ella
y poco a poco me olvidaras.

No tendrás tiempo de visitarme
otros deberes has de cumplir,
y aun que no quieras pequeño mío
tu más que nadie me harás sufrir.

Pero no llores mi almita buena
porque aun de muerta te ha de querer,
tú serás siempre mi dicha o mi pena
es el destino de una mujer.

Razón tenía mi pobre madre
por una ella la abandone
con la ilusión de aquellos años
rumbo a la vida me aventure.

Volar quería, batí mis alas
y una casita también forme,
nuevos amores hubo en mi vida
pero a mi madre nunca olvide.

Como me duele no haberle dicho
que eternamente la adorare,
que serás siempre mi linda Reyna
la misma Reyna de mi niñez.

No habrá cariño sobre la tierra
que me la aparte del corazón.

Por qué se quiere de mil maneras,
pero más que a una madre...
más que a una madre tan solo a Dios.

                              "HUGO ALMANZA DURAND"

Read More

POEMA - NO LE DES TODO A TU HIJO

POEMA NO LE DES TODO A TU HIJO

No le des a tu hijo todo lo que quiere
Le será difícil y doloroso, pero es lo mejor que puedes hacer por él

Nunca olvides que tan importante como alimentarlo y educarlo,
Es que le enseñes a vivir valiéndose de sus propios medios,
Algún día no estarás a su lado para alcanzarle lo que necesite,
Por eso desde pequeño, prepáralo para la vida.

Tu hijo debe disfrutar de  su niñez con la inocencia propia de su edad,
Recibiendo amor a raudales, pero a la vez aprendiendo a su manera,
que en la vida no se puede tener todo lo que se quiere
y eso depende de tí.

Poco a poco enséñale a cumplir sus deberes,
A defender sus derechos y a practicar el orden y la disciplina,
Pero sin lastimarlo,
Para eso dios te hizo inteligente

Acostúmbralo a controlar sus deseos,
Y a resolver sus necesidades conforme sea posible
Sin alterar la naturaleza de las cosas ni ir por encima de nadie,
Porque todo tiene su lugar y su tiempo

Enséñale a esperar, a decir no y a respetar el no de su prójimo,
A pesar de su corta edad el irá asimilando todos tus consejos,
Porque los niños aunque no lo creas lo entienden todo.

Juega con él hasta el cansancio,
Recuerda que no podrás hacerlo por mucho tiempo,
Pronto crecerá y tendrá otros intereses,
Mientras tanto cuídalo, engríelo, guía sus pasos,
Pero cuando se caiga, si no se ha herido,
Enséñale a levantarse solo.

Que Dios te ilumine, para que  además de darle tu amor y tu tiempo,
Sepas inculcarle que existe el hambre, la injusticia, el dolor, la enfermedad y la muerte,
Si no lo haces, cuando crezca estará en desventaja ante los demás y frente a la vida.

En su adolescencia tendrás otras tareas que completarán su formación,
Pero sí de niño le diste todo lo que quería, no podrás ayudarlo mucho,
Y ya de hombre, si logra superarse vivirás orgulloso de sus éxitos,
Pero si no, tendrás mucha culpa de lo que le pasa.

Para ser feliz no importa lo que el mundo te ofrezca,
sino lo que tú puedas ofrecer,
porque todo lo que se da regresa,
y ante los ojos del Señor
sólo valen las buenas obras.

Al final no te llevarás lo que has guardado,
sólo se irá contigo lo que has hecho
en favor de los demás;
es decir, lo que has dado.

Nunca te quejes, la vida no es fácil,
camino sin piedra no es camino.
No te compares con nadie,
mídete contigo mismo;
es la única manera segura de avanzar.

Ningún ser es infalible, acepta tus errores,
los ajenos no justifican los tuyos.
Pide que te disculpen y corrígete.
La humildad es una virtud maravillosa,
casi inalcanzable, pero no imposible.

Con los años aprenderás que son los atajos
los que alargan el camino,
que la ruta más rápida y segura
es la que ya conoces.
Que nada es gratis en la vida.

Que todo debes ganártelo o merecerlo.
Que ser útil es mejor que ser importante.
Aprende a dominar tus iras.
Sé tolerante, cuántas veces lo serán contigo.

Jamás agredas, no olvides lo que dijo el poeta:
"El golpe daña más al que lo da, que al que lo recibe".
Estira la mano sólo para dar o ayudar.
Quiere a tus parientes y amigos con
todos sus defectos o correrás
el riesgo de quedarte sólo porque
el ser perfecto no existe.

Y acostúmbrate a escuchar;
los consejos no se discuten, se agradecen.
Recuerda que la belleza es fugaz,
que el poder es circunstancial
y que la riqueza es ajena.
Que a fin de cuentas, sólo es tuyo
lo que consumes.

Que por más dinero que tengas,
no serás mejor, no sabrás más,
ni serás más bueno.
Ni siquiera podrás comer
o dormir más que cualquier mendigo.

En todos los actos de tu vida trata de ser justo,
piensa en los demás;
deja que tu corazón cumpla con su deber,
su destino es querer;
para eso lo hizo Dios.
Por lo menos eso pensamos los maestros.

Aprende a valorar el amor que te dan,
siendo poco, tal vez sea lo máximo
que puedan ofrecerte.
No todos tenemos la misma
capacidad de sentir y de dar.
Dichoso tú si puedes hacer feliz al ser que amas.

Cada vez que sientas ternura por los tuyos no te contengas.
Todos tenemos una necesidad increíble de cariño.

Sea cual fuere tu edad, ten tus cosas en orden;
el Señor puede llamarte en cualquier momento.
Enseña a vivir con amor a tu familia;
si están alejados o resentidos, perdónense, nunca es tarde.
La vida es tan corta.

Quiéranse mucho, ahora que pueden hacerlo,
que están presentes, que es físicamente posible.
Recuerda hijo, que mañana si no los aparta la vida,
lo hará la muerte.

Ojalá que estas líneas te ayuden a vivir mejor.
Hasta siempre.

Tu maestro.

                                                                                     - Hugo Almanza Durand -

Read More

LEYENDA - EL AYAYMAMA

EL AYAYMAMA

Cierta vez, en la selva del Perú existía un aldea perteneciente  a una tribu amazónica, donde la vida familiar y amical era de lo mejor, todos obraban bajo la conducción y dirección del líder de la aldea, cierto día Francisco se fue de caza a la montaña con sus dos menores hijos uno de ocho años y el segundo de cuatro años, caminaron todo el día para llegar al campamento, salieron por la mañana y llegaron a las siete de la noche, durmieron esa noche en el campamento, al día siguiente por la mañana, Francisco salió  a busca animales encargando a Joaquín su hijo mayor que prepare el desayuno y le diera de comer a su hermano menor, diciendo esto se internó en la montaña, Joaquín después de dar de comer a Manuel su hermano menor, se dirigió a una quebrada que quedaba cerca al campamento, con la finalidad de anzuelear  (pescar con caña de pescar), al que Joaquín se dirige a la quebrada, Manuel decidió seguirle.--- los dos se pusieron a pesca al llegar a la quebrada, mientras Francisco cazaba, los hermanos pescaban.--- como en el lugar donde estaban pescando ya no jalaban nada, decidieron irse unas vueltas más abajo y así se fueron alejándose más y más del campamento, a medida que iba llegando la tarde. En esos de las cuatro de la tarde aproximadamente el hermano mayor le dijo al menor: mañito, quédate aquí un ratito, voy a irme a ver en este recodo si hay peces para pescar, si hay te llamo para que te vayas.--- ya hermano respondió Manuel, y así se quedó esperando duran varios minutos en vista que no regresaba, decidió ir a buscarle a su hermano mayor, pero como no conocía el camino y además andar en las selva sin conocer bien, es muy fácil de perderse y eso le paso a Manuel; se perdió en la selva, horas más tarde Joaquín regreso al lugar donde le había dejado a su hermano pero al llegar ya no le encontró, entonces en ese momento pensó: bueno seguramente se cansó de espérame y ha regresado al campamento, voy a regresar, ya pesqué lo suficiente para llevarle a mi mamá,--- pensando esto Joaquín regreso al campamento sin embargo al llegar tampoco encontró a su hermano en la aldea: seguramente debe estar por allí cerca la esperaré a que llegue, diciendo esto Joaquín se puso a azar los peces que había pescado, al llegar la noche, Francisco regreso, y Manuel no,--- Joaquín, donde está tu hermano, que no la veo; dijo Francisco, --- papá, nos fuimos a pescar, y él me dejo diciendo que iba a venir acá al campamento luego cuando regresé no le encontré, respondió Joaquín. Francisco se puso a regañar a su hijo, en ese momento los dos salieron a buscarle por donde se habían ido, lo llamaban por su nombre y no respondía; mientras tanto Manuel, caminaba y caminaba en el monte asustado y sin saber a dónde ir, en vista que llegó la noche y no podía llegar al campamento se  puso a llorar,---lloraba y lloraba, llamándole a su hermano, a su papá y a su mamá, pero había caminado en dirección contraria al campamento por eso no pudo llegar y lograr que su padre y su hermano le escuchen.--- ¡Papá, papá, donde están!-- ¡hermano, hermano donde estas!—eso eran las palabras que decía durante su llanto; así estuvo toda la noche, hasta que amaneció y seguía llorando.--- Mientras tanto Francisco y su hijo, seguían buscándolo, al día siguiente le buscaron todo el día. ---Manuel no dejaba de llorar, caminaba en la espesa vegetación sin saber a dónde ir. ¡Ay, ay mamá!, dónde estás?, eran las últimas palabras del niño perdido; corrió todo el día, la noche, entonces viendo esto la madre de la selva le dijo; te convertiré en ave y así podrás ir volando a buscar a tu mamá, es así, desde ese momento el niño se convirtió en ave y su canto quedo AY AY MAMA, porque estas eran las últimas palabras que pronunció el niño, desde entonces al ave se conoce con el nombre de AYAYMAMA, es un ave que vive en la amazonia del Perú.

Read More